Climatización Integral

Calefacción

NUESTRAS SOLUCIONES EN

Calefacción

Mantén tu hogar o lugar de trabajo cálido durante los meses más fríos con nuestros sistemas de calefacción eficientes. Desde soluciones tradicionales como radiadores hasta sistemas modernos y sostenibles como el suelo radiante.

Calefacción por Radiadores (agua caliente):

Este sistema distribuye el calor a través de radiadores que, generalmente, funcionan mediante agua caliente que circula por tuberías. El agua es calentada por una caldera y luego circula por los radiadores, emitiendo calor a la habitación.

Ventajas:

Eficiencia energética si se usa con calderas de alta eficiencia.
Control individual de la temperatura por radiador.
Fácil de instalar en viviendas ya construidas.

Ideal para:
Casas, apartamentos, oficinas, y en general espacios donde se busca una calefacción rápida y económica.

Calefacción por Suelo Radiante (agua o eléctrico):

El sistema de suelo radiante distribuye el calor de manera uniforme a través de tuberías o cables instalados bajo el suelo. Puede funcionar con agua caliente (sistema hidráulico) o con cables eléctricos que generan calor directamente.

Ventajas:

Distribución uniforme del calor, sin puntos calientes ni fríos.
No ocupa espacio visible, por lo que es ideal para interiores con estética minimalista.
Eficiencia energética si se utiliza con calderas de bajo consumo o bombas de calor.

Ideal para:

Nuevas construcciones, renovaciones de suelos, viviendas con niños o personas mayores, o zonas donde se desee un confort sin radiadores visibles.

Calefacción por Aire (aire forzado):

Este sistema utiliza unidades de calefacción que calientan el aire y lo distribuyen a través de conductos (similar a un sistema de aire acondicionado pero en reversa). El aire caliente se distribuye por toda la casa o edificio.

Ventajas:

Distribución rápida del calor en grandes espacios.
Capacidad de enfriamiento también (si se instala un sistema de aire acondicionado reversible).
Fácil control de la temperatura a través de termostatos y sistemas automáticos.

Ideal para:
Grandes viviendas, oficinas, o instalaciones comerciales que requieren un calentamiento rápido de los espacios.

Calefacción por Aerotermia (bomba de calor):

La aerotermia utiliza el aire exterior para generar calefacción, refrigeración y agua caliente. Funciona mediante una bomba de calor que extrae energía del aire exterior para calentar el hogar. Es un sistema muy eficiente y respetuoso con el medio ambiente.

Ventajas:

Eficiencia energética: puede generar más calor que la energía consumida.
Respeto al medio ambiente, ya que utiliza energía renovable.
Ahorro a largo plazo, aunque la instalación inicial puede ser más costosa.

Ideal para:

Viviendas y edificios que buscan una solución ecológica y económica a largo plazo, especialmente en zonas con inviernos suaves.

Calefacción de Gas (calderas de gas):

Utiliza gas natural o propano para calentar el agua que luego se distribuye a través de radiadores, suelos radiantes o sistemas de calefacción por aire.

Ventajas:

Fácil acceso al gas natural en áreas urbanas.
Calefacción rápida y controlada por termostatos.
Costo de combustible relativamente bajo en comparación con sistemas eléctricos.

Ideal para:

Casas y edificios donde el gas natural está disponible, o en zonas donde se prefiera un sistema de calefacción centralizado.

Calefacción Eléctrica (radiadores eléctricos, estufas):

Los sistemas eléctricos son una opción rápida y fácil de instalar, en los que se utiliza la electricidad para generar calor. Pueden ser radiadores de convectores, estufas de cerámica, o sistemas con resistencias eléctricas.

Ventajas:

Fácil instalación sin necesidad de conductos ni tuberías.
Control individual por habitación (en muchos casos con termostatos integrados).
Ideal para uso puntual o espacios pequeños.

Ideal para:

Espacios pequeños o como complemento en zonas que solo requieren calefacción en ciertas horas.

Calefacción Solar (energía solar térmica):

Utiliza paneles solares para captar la energía del sol y convertirla en calor, que luego se utiliza para calentar agua o generar calefacción a través de un sistema de radiadores o suelo radiante.

Ventajas: